Corrientes Galvánicas

La corriente Galvánica aplicada a la cosmética, también conocida como corriente continua, se aplica mediante electrodos, conformados por un lado negativo y otro positivo.  Esta no tiene cambios de polaridad y es superior a las fuerzas iónicas y moleculares.  Esta corriente es capaz de provocar cambios químicos a nivel de la piel.

La corriente galvánica a nivel facial limpia de manera profunda, liberándola así de impurezas.

USOS DE LA CORRIENTE GALVÁNICA FACIAL

Generalmente es utilizada para prevenir las inflamaciones y acelerar la absorción de los nutrientes aplicados en los cosméticos utilizados para cerrar los poros, a través de las siguientes técnicas:

1. Galvanización

En estos casos, se necesita de dos electrodos, uno activo o conductor, que se humedece en una solución salina o suero fisiológico y otro pasivo o negativo, que se aplica en zonas cercanas al rostro, detrás del cuello (nuca).

2. Desincrustación

Esta técnica es ideal para tratar tejidos grasos, pues se aplica para eliminar el exceso de sebo, lo cual se logra aplicando una loción de PH alcalino (PH mayor de 7) en la zona donde se procederá a colocar la corriente, según la polaridad correspondiente.

Esto permitirá que la energía fluya y la loción penetre en la piel, ablandando y licuando el sebo propio de la grasa, producto de la hipersecreción de las glándulas sebáceas.

Además, en los casos de pieles secas, el tratamiento estimulará la circulación de la sangre.

3. Ionización

Durante esta etapa, se procede a aplicar una loción de PH ácido (PH menor de 7) y se selecciona la polaridad del equipo con el que se va trabajar. La emisión continua de energía permitirá la penetración en la piel de la crema y sus productos activos, obteniendo así el cierre de los poros luego del tratamiento facial.

Esta fase es muy utilizada en tratamientos contra el envejecimiento cutáneo y el acné.

La piel debe lavarse y secarse bien antes de iniciar la aplicación de cualquier tratamiento, pues debe evitarse que cualquier suciedad o producto no adecuado penetre en la piel.

Los tratamientos aplicados con corriente galvánica facial no son invasivos, no generan dolor y son muy eficaces durante sus aplicaciones a nivel local.

Cabe destacar que el número de sesiones va de 2 a 3 veces semanales y tienen una duración de 10 a 15 minutos. Los resultados se aprecian desde la primera visita.

Antes de la aplicación de este procedimiento, se deben tener en cuenta ciertos cuidados:

Hay que realizar una limpieza facial profunda regularmente. Si se trata de cutis grasos, es recomendable hacerlo una vez a la semana, debido a la presencia de puntos negros. En los caso de pieles normales, este tipo de limpieza se debe realizar una vez al mes.

La corriente galvánica facial es incompatible en los siguientes casos:

  • Marcapasos
  • Enfermedades cardiacas
  • Embarazo
  • Presencia de tumores malignos
  • Heridas o enfermedades de la piel
  • Tromboflebitis
  • Pacientes que presenten alteración de la sensibilidad
  • Después de someterse al tratamiento con corriente galvánica facial es importante no exponerse a los rayos solares sin utilizar protección solar mayor a 30.
01